Sueños de Valeriana

No voy a morir, no voy a perder el tiempo…gemía suavemente Diego González, el trovador que llevó al público al techo del mundo. Su inconfundible voz y su delicada guitarra llevaron de viaje al auditorio, que dejó correr la tristeza como el agua. El mítico cantante mostró otra vez porque siempre vale la pena escucharlo una vez más. Los fans agradecidos hasta el hartazgo no pueden esperar para volver a entonar: no voy a morir, no voy a perder el tiempo….